Los Ordenadores Dell Sobremesa son ideales para ejecutar todo tipo de software, mejorar tu rendimiento laboral como también adquirir una gran capacidad y velocidad adecuadas para desarrollar los trabajos con mayor requisitos.
DELL es una compañía estadounidense que ha ganado un increíble reconocimiento principalmente por ofrecer las mejores soluciones en ordenadores de sobremesa, dentro de ellos se destaca la resistencia y fiabilidad de los ordenadores de sobremesa Dell siendo una marca altamente competitiva en el sector empresarial.
Un ordenador de sobremesa Dell proporciona muchas más posibilidades en cuanto a prestaciones que un ordenador portátil Dell. Por una parte, al disponer de una caja de mayor tamaño, es posible instalar ‘hardware’ de mejores prestaciones que en el caso de los ordenadores portátiles que cuentan con un espacio más reducido. Un ordenador de sobremesa Dell se puede abrir con facilidad para sustituir piezas o mejorar cualquiera de sus componentes sin temor a que no exista espacio suficiente. Además, las torres PC nos dan una gran variedad de puertos de conexión. La relación calidad-precio de un mismo componente siempre será mejor en el caso de los ordenadores de sobremesa que en el de un ordenador portátil.
Consejos para elegir un ordenador de sobremesa Dell adecuado
Seleccionar el ordenador de sobremesa Dell adecuado para satisfacer tus necesidades durante los próximos años puede ser una decisión abrumadora debido a la gran selección de modelos existentes, tanto en los escaparates de las tiendas físicas como en las tiendas online. A continuación tienes información y algunos consejos para comprar el ordenador de sobremesa Dell adecuado.
Dependiendo de tus necesidades puedes optar por una potencia o u otra. Estos son los principales componentes que debes tener en cuenta para comprar un ordenador de sobremesa Dell.
Presupuesto
En el mercado actual es posible encontrar PCs de sobremesa completos con procesador básico, 8GB de RAM, disco duro SSD y periféricos (pantalla, teclado y ratón) por menos de 500 Euros. En cambio, las torres de sobremesa con Intel Core i7, 16GB de RAM, tarjeta gráfica dedicada de 6GB y almacenamiento SSD, generalmente cuestan más de 1000 Euros. Los ordenadores de sobremesa de última generación con procesador Intel Core i9 rondan los 1500 Euros o más.
Procesador CPU
Uno de los principales componentes de un ordenador de sobremesa es el procesador o CPU. AMD e Intel, los dos mayores fabricantes de procesadores para PC, ofrecen chips de formato de escritorio y chips de clase de ordenador portátil a los fabricantes de sistemas. Por ejemplo, verás el Core i7 de Intel tanto en portátiles como en ordenadores de sobremesa, pero tener una CPU grande de escritorio proporciona una gran diferencia de rendimiento debido a su tamaño.
Un procesador para un ordenador de sobremesa proporciona mayor potencia para trabajos complejos de creación de contenido, juegos de PC, visualización o edición de video en 1080p y 4K.
La mayoría de ordenadores de sobremesa ‘all in one’ y ‘mini PC’ utilizan los mismos tipos de CPU eficientes y de funcionamiento más frío que encontrará en los ordenadores portátiles. Una CPU pequeña puede tener el mismo número de núcleos de procesador que su contraparte de escritorio (los chips de cuatro y seis núcleos son los más comunes en ambos), pero su consumo máximo de energía a menudo será mucho menor.
El procesador de moda Intel Core i7 proporciona alto rendimiento. Combinado con bastante RAM, almacenamiento SSD y una buena gráfica, puede con prácticamente todo. Los equipos con CPU Intel Core i5 o AMD Ryzen 5 son lo suficientemente buenos a la hora de realizar tareas básicas, pero no son capaces de mover aplicaciones de altas prestaciones y videojuegos modernos con soltura. Dicho esto, la mayoría de compradores de PC de sobremesa se sentirán bien con procesadores de menor potencia para el trabajo diario y un poco más. Obtén una CPU Intel Core i7 o AMD Ryzen 7 para juegos o tareas de altos requisitos y un Intel Core i9 en el caso de buscar el mayor rendimiento posible para tareas exclusivas.
Tarjeta Gráfica GPU
De forma popular se suele asociar la tarjeta gráfica a los juegos. No obstante, esto no es del todo cierto. Este componente del ordenador es el que se encarga de procesar toda la información visual producida en la CPU y enviarla al monitor. De este modo, elegir una tarjeta conveniente es muy importante ya que es quien nos mostrará lo que vamos a ver en la pantalla.
Tanto Intel como AMD suelen ofrecer procesadores centrales con tarjetas integradas que, para el uso básico, son más que suficientes. Sin embargo, siempre que podamos (especialmente si tenemos pensado jugar con este ordenador, ver vídeo en alta definición o trabajar), debemos optar por una tarjeta gráfica independiente. Tanto AMD como Nvidia tienen grandes modelos. Fijaros bien en la memoria de cada una. Con una tarjeta gráfica de 2 GB tendremos suficiente para tareas básicas, con 4 GB para gaming y con 8 GB nos garantizará un funcionamiento más fluido durante los próximos dos años.
Memoria RAM
La memoria RAM, al igual que el procesador, el tipo de disco duro y la tarjeta gráfica, aumentan la fluidez del sistema y el rendimiento del PC. 8GB es más que suficiente para la mayoría de usuarios y 4GB es una cantidad decente para tareas normales. Las memorias de 16GB y 32GB de RAM son rangos propicios para tareas de altos requisitos que requieren mayor potencia.
Capacidad Disco Duro
Un ordenador de sobremesa normal puede administrar hasta cuatro unidades de almacenamiento o reproducción. El número depende de las capacidades de la placa base. Por norma general, un ordenador de sobremesa suele traer de fábrica un disco duro y una unidad de reproducción-grabación CD/DVD. Cabría la posibilidad de añadir otros dos discos duros u otros dos reproductores. Hoy en día, hay discos duros de hasta 16 tb de capacidad, pero lo normal es que sean de 1 o 2 tb.
Es especialmente interesante aumentar las prestaciones de nuestro ordenador con un SDD. Las memorias SSD (Solid State Drive) son dispositivos de almacenamiento de datos que no tienen partes mecánicas o magnéticas como los discos duros HDD (Hard Disk Drive). Esto permite que el acceso a la información que almacenan sea más rápida y es especialmente conveniente que nuestro sistema operativo y el software que requiera más potencia esté instalado en una memoria SSD. Las capacidades del disco duro suelen ir desde los 256GB SSD a 1 TB.
Recordad, que siempre podéis optar por utilizar unidades externa para volcar información y llevarla con vosotros a cualquier lugar. Si quieres más información sobre discos duros internos y externos.
Placa base
No nos solemos fijar mucho en este componente, pero es uno de los principales, ya que en función del modelo nos permitirá montar un tipo de procesador, cierta cantidad de memoria RAM, la clase de tarjeta gráfica y otros componentes como discos duros de alta capacidad o varios disipadores para refrigerar el interior de nuestra CPU.