Los Ordenadores de Sobremesa i5 con 8GB RAM ofrecen las características y prestaciones ideales para ejecutar todo tipo de tareas. La potencia y el rendimiento que proporcionan los ordenadores de sobremesa i5 8GB RAM hacen que sean ideales tanto para realizar tareas básicas, uso profesional y el gaming. El ordenador pc de sobremesa i5 8GB RAM proporciona unas prestaciones y características que garantizan una gran productividad a nivel usuario.
Los ordenadores de sobremesa con procesador i5 con 8GB RAM aportan al usuario el diseño, la elegancia, la potencia y el rendimiento optimo a un precio adecuado. A día de hoy un ordenador de sobremesa con un procesador Intel Core i5 y 8GB de memoria RAM proporcionando gran potencia, a un coste reducido y apto para todo tipo de tareas es la mejor opción en relación calidad precio.
Por medio de sus variantes de personalización, actualización y potencia, el ordenador de sobremesa Intel Core i5 con 8GB de memoria RAM es el formato por excelencia para gaming y uso profesional, no obstante también hay consumidores que apuestan por el clásico ordenador de escritorio para tareas más básicas como navegar por internet u ofimática.
A pesar de la evolución de los innovadores dispositivos los ordenadores de sobremesa siguen siendo muy útiles y en la mayoría de tareas, los más potentes. Si estás valorando comprar un ordenador de sobremesa i5 8GB RAM, te revelamos los puntos que debes tener en cuenta para seleccionar el ordenador pc de sobremesa i5 8GB RAM que mejor se adapte a tus necesidades.
Elegir el ordenador de sobremesa Intel Core i5 con 8GB de memoria RAM adecuado para satisfacer tus necesidades durante los próximos años puede ser una decisión abrumadora dada la gran selección de modelos existentes, tanto en los estantes de las tiendas físicas como en las tiendas online. A continuación tienes información y algunos consejos para comprar el ordenador de sobremesa i5 8GB RAM adecuado.
En base a tus necesidades puedes optar por una potencia o u otra. Estos son los principales componentes que debes tener en cuenta para comprar un ordenador de sobremesa i5 8GB RAM.
En la actualidad es posible encontrar ordenadores de sobremesa completos con procesador básico, 8GB de RAM, disco duro SSD y periféricos (pantalla, teclado y ratón) por menos de 500 Euros. En cambio, las torres de sobremesa con Intel Core i7, 16GB de RAM, tarjeta gráfica dedicada de 6GB y almacenamiento SSD, normalmente cuestan más de 1000 Euros. Los ordenadores de sobremesa de última generación con procesador Intel Core i9 rondan los 1500 Euros o más.
Uno de los principales componentes de un ordenador de sobremesa es el procesador o CPU. AMD e Intel, los dos mayores fabricantes de procesadores para PC, ofrecen chips de formato de escritorio y chips de clase de ordenador portátil a los fabricantes de sistemas. Por ejemplo, verás el Core i7 de Intel tanto en portátiles como en ordenadores de sobremesa, pero tener una CPU grande de escritorio proporciona una gran diferencia de rendimiento debido a su tamaño.
Un procesador para un ordenador de sobremesa ofrece más potencia para trabajos complejos de creación de contenido, juegos de PC, visualización o edición de video en 1080p y 4K.
Gran parte de ordenadores de sobremesa ‘all in one’ y ‘mini PC’ utilizan los mismos tipos de CPU eficientes y de funcionamiento más frío que encontrará en los ordenadores portátiles. Una CPU pequeña puede tener el mismo número de núcleos de procesador que su contraparte de escritorio (los chips de cuatro y seis núcleos son los más comunes en ambos), pero su consumo máximo de energía a menudo será mucho menor.
El procesador de moda Intel Core i7 ofrece alto rendimiento. Combinado con bastante RAM, almacenamiento SSD y una buena gráfica, puede con prácticamente todo. Los equipos con CPU Intel Core i5 o AMD Ryzen 5 son lo suficientemente buenos a la hora de realizar tareas básicas, pero no son capaces de mover aplicaciones de altas prestaciones y videojuegos modernos con soltura. Dicho esto, la mayoría de compradores de PC de sobremesa se sentirán bien con procesadores de menor potencia para el trabajo diario y un poco más. Obtén una CPU Intel Core i7 o AMD Ryzen 7 para juegos o tareas de altos requisitos y un Intel Core i9 en el caso de buscar el mayor rendimiento posible para tareas exclusivas.
La tarjeta gráfica puede ser otro elemento determinante a la hora de adquirir un ordenador de sobremesa. Estas tarjetas gráficas se encargan de convertir los datos digitales en un entorno gráfico que podemos visualizar a través de la pantalla. En este sentido, deberíamos optar por tarjetas gráficas que tuviesen un mínimo de 2 Gigas de RAM y que estén dotadas de salidas de vídeo con las últimas tecnologías como HDMI. Los modelos de Nvidia y AMD se disputan el mercado de las tarjetas gráficas con una ligera ventaja en cuanto a calidad para Nvidia.
La cantidad de memoria RAM es otro elemento importante en nuestra elección de un ordenador de sobremesa. Este tipo de memoria es capaz de almacenar datos e instrucciones de una manera temporal. Es lógico, por tanto, pensar que si vamos a someter a nuestro ordenador a operaciones de alta capacidad como edición de vídeo de cierta calidad, deberemos de tener la mayor cantidad de memoria RAM posible. En la mayoría de los casos con 8 Gigas será más que suficiente, pero es interesante investigar si la placa base de nuestro ordenador permite ampliar en un futuro la cantidad de memoria RAM instalada.
Continuamos con otro factor fundamental: el almacenamiento interno. Allí es donde se aloja toda la información de nuestro ordenador, incluyendo el sistema operativo y sus aplicaciones. En el caso de los discos duros tradicionales deberemos fijarnos en la velocidad de escritura. Este dato nos indica, en revoluciones por minuto, la velocidad de giro de los platos utilizados para almacenar la información. En principio con 5.400 RPM tenemos suficiente para el uso cotidiano pero si podemos conseguir mayor velocidad mucho mejor.
Actualmente los discos duros se están quedando algo desfasados. La tecnología SSD, que almacena la información en rapidísimos chips de memoria de estado sólido, ofrece una velocidad muy superior y tiempos de acceso fulgurantes sin ruido alguno. Un sistema operativo o un juego instalado en una unidad SSD arranca muchísimo más deprisa que en un disco duro, hasta el punto de que simplemente cambiando este componente un ordenador viejo puede rejuvenecer mágicamente.
El mayor problema de las unidades SSD es que son un poco más costosas. La recomendación actual es utilizar un disco SSD si no se van a almacenar mucha información y añadir un disco duro tradicional de gran capacidad como unidad secundaria para los datos más pesados, como grandes colecciones de música y películas. La mayoría de los usuarios tienen bastante con una SSD de 256 GB. Un consejo: si cogéis un disco duro de mucha capacidad, haced dos particiones para separar los archivos del sistema de los datos personales tipo fotos y música. Os evitaréis más de un disgusto.
No nos solemos fijar mucho en este componente, pero es uno de los principales, ya que en función del modelo nos permitirá montar un tipo de procesador, cierta cantidad de memoria RAM, la clase de tarjeta gráfica y otros componentes como discos duros de alta capacidad o varios disipadores para refrigerar el interior de nuestra CPU.